La Música no cura la pandemia, pero, alegra el alma.

El ser humano en una ejecución musical, si se encuentra en grupo, aumenta sus niveles de oxitocina, generándole bienestar y una buena relación con el mismo.

La música es el resultado de una percepción cerebral a partir de la descodificación y posterior interpretación de una información nerviosa o bioeléctrica realizando un efecto individual en cada persona, pues viene modulada por las características propias de cada uno, para una terapia personalizada.

Las vibraciones no solo se transmiten a través del oído, sino también por la piel, propagándose hacia nuestros tejidos, órganos, huesos y células, e incidiendo en los procesos metabólicos.

Se dice que la simple escucha diaria de música durante seis meses mejora aspectos cognitivos en personas que se recuperan de daños cerebrales ocasionados por un ictus. Los estímulos sonoros y musicales nos afectan en toda nuestra integridad: físicamente, emocionalmente, cognitivamente y hasta espiritualmente.

Por lo tanto no se debe subestimar, se debe atreverse a cantar, que te permita calmar, usarla para realizar actividades, bailar, que se a tu compañía, así como el disfrute del silencio.

Y nuestra gente no se queda atrás, es muy inteligente y así sea en forma virtual, buscan como sobrevivir, competir y pasarla Chevere !!.

Me pongo en lo fundamental de acuerdo con la intensión de la reflexión que hace el autor en su nota. Creo incluso que bien podría extenderse la idea expresada, de la música al conjunto de las diversas expresiones del arte.

Y esto no se invalida por un problema, cual es la mercantilización del arte. Es un hecho que en desarrollo del consumismo impuesto y generalizado al extremo por el actual sistema capitalista en descomposición, se desnaturalizan las expresiones artísticas para terminar generándolas y degradándolas a simples mercancias.

Ahora bien, pensaría que el arte no sólo cumple el papel de "alegrar el alma"; también es un hecho que no sólo ahora, sino a lo largo de la historia, el arte ha cumplido un importante rol como una expresión de la lucha social contra la opresión y la explotación.

Como se reseña en la nota, y no por casualidad y tal vez en todos los países, se han visto muy buenas expresiones del arte que han logrado impactar al acompañar a la golpeada sociedad por tan catastrófica pandemia, en momentos tan difíciles.

Un muy impactante y lindo ejemplo ocurrió en Italia, en abril, en plena pandemia cuando los italianos cantan "Bella Ciao" en sus balcones por los 75 años de la caída del fascismo; vale la pena revivir ese momento:

Esta pandemia, permitió que muchas personas tuvieran el tiempo necesario para disfrutar una buena melodía, un buen libro, una película, o una serie sin la necesidad de estar corriendo para llegar a su trabajo. Cada persona tiene sus gustos y encuentra la forma de alegrar su alma...

La música como todas las artes en estos momentos han tomado una plus valia, demostrando lo que por mucho tiempo se a discutido de el inmenso valor que tienen estas asignaturas en un currículo.

A nivel comercial los músicos estan sufriendo por la pandemia al punto que 15 mil cantantes prefirieron dejar su profesión

Recordando un poco vivencias de estos meses en cuarentena, se da uno cuenta que ha sido un tiempo para leer algo que de pronto estaba pendiente, ver alguna película o serie que no se había podido ver o escuchar algún disco olvidado que estaba bien guardado (en mi caso uno de Barry White) y es ahí donde uno se da cuenta que a veces el arte está ahí así no sea uno el que lo interprete, está ahí para ser recordado, para ser abordado o simplemente para ser compañía y hasta alivio de lo que uno esta sintiendo. La música no solo es la banda sonora de un producto audiovisual, también es nuestra banda sonora, sea la que sea, que nos da sentido y que en muchos momentos nos identifica como seres vivos y que así sea en pequeña medida si nos va curando el alma y hasta el cuerpo; infortunadamente siempre la veremos, si no somos músicos o melómanos, como un simple accesorio divertido y es ahí donde se hace difícil sentarse en el puesto de quienes tienen una profesión orientada hacia las artes, en este caso la música, por que siempre la veremos como dice el texto, algo que se hace facil y veremos a quien la interpreta como alguien que no hace mucho, pero es en ese devenir que caemos en la crítica mordaz y en el hecho de creer que se puede opinar de la profesión del otro y en denigrar algo que nosotros mismos usamos como terapia para nuestras alegrías, despechos o enfados. Y sí, claro que debe hacerse crítica a quien se debe, pero también se debe entender la labor de quienes hacen bien esa parte en la realidad. Aunque es irónico que eso mismo que rechazamos también es lo mismo que hace generar famas en personas que no se lo merecen, la generalización de un grupo determinado o la aceptación "porque sí" de lo que se nos pone en los oídos. En medida de lo posible se debe apoyar a quien lo merece.

Entender la música como arte, es configurar una lectura que vaya acorde a la melodía, al ritmo, a la expresión misma de quien la interpreta...siempre dando testimonio de gran preparación y virtuosidad en la ejecución -PASIÓN-. En este presente me causa gran disparidad dar una opinión cuando se habla de la "industria" -producción musical para vender sin importar su esencia.

Muchos artistas, en especial aquellos no "famosos" dejaron ver ese aroma expresivo y deleitador; los otros empañados por la fama, solo han dejado ver sus intereses comerciales detrás de la palabra COVID así como lo están haciendo con un tema tan serio como lo son las masacres en el país (un concierto en nombre de las personas masacradas? - solo pasa en nuestro país).

Aprecio y aplauso para quienes lo hacen de corazón, arrogancia y desprestigio para quienes hacen de un problema humanitario una publicidad a su carrera.