Resulta desalentador que algunas de las principales figuras públicas del país se lancen contra los docentes, muchos políticos han señalado a los profesionales de la educación con afirmaciones como que los docentes no trabajan, no quieren regresar al trabajo presencial porque se encuentran cómodos en sus casas dictando clase de manera virtual, han señalado a los docentes de ser “mamertos”, adoctrinadores de quien sabe qué. Con sus frases de repudio instan a otros colombianos a que se unan en contra de los docentes, personas que descargan su ira contra los profesores que persiguen una educación crítica y de calidad.
Precisamente por esto último será que no les caemos en gracia a los políticos tradicionales, personajes acostumbrados a que el pueblo se trague entero los discursos de siempre. Los docentes debemos educar a ciudadanos críticos, conscientes de las condiciones sociales de su entorno y aunque esto aparece en los estándares de la educación colombiana parece no gustarle a la clase política.
Los políticos temen una ciudadanía informada, temen que los ciudadanos sean personas activas en las diversas cuestiones que afectan su comunidad, y lo temen porque con unos ciudadanos informados tienden a aparecer más y más casos aberrantes de políticos dañinos a la sociedad. Una ciudadanía crítica entiende que los políticos no son seres divinos o algo así, son personas que según el cargo para el que hayan sido elegidos o nombrados, deben trabajar para el bienestar de la población, es su deber!
Es tal el nivel de estigmatización que cae sobre la labor docente, que algunos docentes han llegado a recibir amenazas de muerte, en pleno 2021 (ver comunicado), el discurso de odio a escalado demasiado.
Educar no es adoctrinar, es poner al alcance de los estudiantes las herramientas para que se conviertan en ciudadanos críticos, ¿Qué hay de malo en ello?
De todo hay en la viña del Señor:
Muchos maestros de distintas instituciones educativas, incluyendo a aquellos que laboran en los ciclos propedéuticos, estén ejerciendo o hayan ya abandonado el ejercicio pedagógico, optan por la vía alterna de la política por las dadivas bondadosas y la prepotencia de poseer poder frente a otros (derivados de los puestos que llegan a ejercer) y asumiendo esta forma de vida por el estos el resto de sus días hasta establecer cacicazgos perpetuos.
Inclusive la mayoría olvidan los problemas por los que peleaban en favor de los estudiantes, cuando estaban en su quehacer diario pedagógico.
Ya estando en ese Status político se ven sometidos a esas mismas fuerzas que los ubicaron en esas posiciones, pagando favores a través de las decisiones que tomen a favor de las altas esferas del poder.
Decisiones que son propagadas en forma masiva y casi instantánea a la mayoría del pueblo a través de los medios de comunicación de los cuales son dueños, afirmándolas como verdades absolutas sin dejar espacio a la controversia.
Por eso debemos seguir educando estudiantes críticos, que a través de sus propios análisis, sin sesgos idealistas, deduzcan en el verdadero bienestar para este país. Al fin al cabo muchos de los personajes al servicio del poder capitalista, pasaron por las aulas de nuestras instituciones...