A la escuela no quiero ir...

En alguna ocasión escuche decir a un estudiante que esta pandemia había servido para estar más tiempo en casa y resaltó que era la oportunidad de compartir mas con los padres. Por otro lado, es la oportunidad que tienen los chicos poco populares y aquellos que son víctimas de maltrato por parte de sus compañeros para recuperar un poco de esa tranquilidad que tanto hace falta a los jóvenes.

En general me parece pertinente el comentario de jonanolo:

"...he escuchado, que no solo los docentes sino la planta física de los colegios, las aburridas, hacinadas y pequeñas aulas, las clases con teoría densa y algunos docentes gruñones creyéndose lo mas importante del mundo, (que sabemos que hay unos cuantos en cada colegio), Bullying por parte de compañeros, burlas y demás… en fin, estas y muchas otras podrían ser causantes de la desmotivación de los estudiantes para no asistir, y es por esto que la educación debe replantear su esquema y su forma de enseñanza generando mayor interés en los jóvenes a través de diferentes estrategias, para que aprender sea agradable…"

Creo que responder a la cuestión de "A la escuela no quiero ir..." no puede abordase por fuera del contexto concreto. Una cosa es analizar el asunto antes de la pandemia, y otra muy distinta hacerlo en pleno desarrollo de la pandemia. Es más, hacerlo durante estas últimas semanas en las cuales el país ha vivido el terrorífico tercer pico de esta catástrofe; o, justo ahora cuando se reconoce oficialmente que la variante Delta ha ingresado al país, con loa cual comenzará a hacer de las suyas, como ya lo hace en Europa.

Y digo lo anterior porque este elemento introduce una variable muy compleja en la ecuación del sentir de los estudiantes con respecto a volver a la escuela.

La verdad, que si lo pensamos bien, tiene que ser esto de la pandemia, un grave y severo factor de estrés en el pensarse los y las niñas de nuevo en el entorno escolar.

Habría que hacer investigación de campo para avanzar en comprender qué pas por la mente del estudiantado hoy en día.

Los docentes pueden tener muchas estrategias distintas para que los estudiantes se enamoren de su clase, pero si no cuenta con el apoyo de los administrativos, las cosas se pueden complicar hasta el punto en que el docente prefiere dar un paso atrás y seguir en la monotonía. Lo primero que debe cambiar son todas las normas rígidas y retrogradas que se tienen en los colegios y generar más apoyo a los docentes y permitirles utilizar mas espacios que sean diferentes a las aulas. Pero como ahora no se les puede ni hablar de temas políticos en las clases, porque según el gobierno los docentes están adoctrinando a los jóvenes… entonces ¿Cómo pretenden que un docente despliegue sus conocimientos, sus virtudes, sus capacidades, sus alas y enseñe a los jóvenes a volar? Si se ve limitado a opinar y discutir sobre temas del diario vivir en nuestro país y nuestra sociedad… ¿Cómo enseñar a ser libre si el maestro no lo es?

Concuerda mucho con otras entradas anteriores. Cuando era estudiante pensaba en que deseaba mucho que llegaran los viernes, para "capar clase". En ese entonces culpaba a los profesores por la falta de motivación pero hoy día estoy del otro lado, soy yo el docente y el discurso de los estudiante poco cambia, aún celebran cuando se suspenden las clases, entonces vuelvo a la conclusión, la culpa es de los docentes. Pero, ¿qué podemos hacer para que todo sea diferente?.

Sigo pensando que somos latinos, la falta de una vida disciplinada, sumada a la pereza nos permite un gozo extremo al no ir o tener que ir al colegio, súmale unas dificultades en la vida socio-económica de la familia, más, unos docentes que solo exigen y no incentiva en la adquisición del conocimiento en forma ludica, resultado uno no quiere volver al colegio. Ahora invierta estas causas y obtendrá un mejor resultado.

O que tire la primera piedra quien diga que no le gustaba escuchar que no había clase X día, por Y razón justificada o no justificada...

Cuando se es niño o joven una de las mayores alegrías era no tener que ir al colegio, aunque uno la pasará de lo mejor en él.

Es una pregunta difícil de responder.

Pero es obvio que como docentes tenemos culpa en ese

La vida social ejerce mucha fuerza en relación al mundo de la academia y en gran medida, los docentes hacemos que el interés pierda poco a poco valor.

Las clases monótonas, los temas trillados sin demarcar efectivamente la relación con el mundo real, las instituciones demasiado estrictas con las normas y en especial el uso de la academia como castigo, pueden ser factores que ayudan.

Las familia en estos tiempos difícilmente venden la idea a sus hijos que el estudio no sirve para nada, pero el estado, la industria...demuestran todo lo contrario. En nuestro país estudiar no es sinónimo de progreso económico, de oportunidades.

De niños y jóvenes es muy común escuchar este tipo de comentarios de no querer ir a la escuela, pero como es de conocimiento popular…” los niños no saben lo que quieren”, y es por esto que es tan importante el apoyo de los padres de familia (maduros) en la formación académica de sus hijos. Caso contrario a lo que se escucha en jóvenes de 20 años en adelante: “me arrepiento no haber aprovechado el tiempo en el colegio”, “si hubiera estudiado con más ganas tendría una carrera o un futuro mejor”, estos son algunos de los comentarios de personas que llegando a su madurez se dan cuenta de lo importante que es generar unas bases académicas para poder enfrentarse a una sociedad tan competitiva como la de hoy en día, si en sus planes esta progresar y salir adelante…

En cuanto a la pregunta: “Si es tan fuerte el sentir "NO GUSTO POR ASISTIR", ¿Cuáles serán las causas de dicha actitud?, los docentes hacemos parte de las causas?” personalmente he escuchado, que no solo los docentes sino la planta física de los colegios, las aburridas, acinadas y pequeñas aulas, las clases con teoría densa y algunos docentes gruñones creyéndose lo mas importante del mundo, (que sabemos que hay unos cuantos en cada colegio), Bullying por parte de compañeros, burlas y demás… en fin, estas y muchas otras podrían ser causantes de la desmotivación de los estudiantes para no asistir, y es por esto que la educación debe replantear su esquema y su forma de enseñanza generando mayor interés en los jóvenes a través de diferentes estrategias, para que aprender sea agradable…