"El Distrito ha tomado este mes como piloto para solucionar los problemas que se han presentado en el camino, como la continuación de las clases virtuales y el programa de alimentación escolar. Los mecanismos para volver a la presencialidad se están dejando en manos de los rectores.

Desde hace quince días, 377 de los 400 colegios públicos de Bogotá regresaron a clases presenciales y bajo medidas especiales de bioseguridad por la pandemia. Estos días han sido fundamentales para generar confianza entre los padres y educadores, pero también han dejado grandes retos que se tendrán que solucionar lo más pronto posible, ya que a las aulas han regresado el 60 % de los estudiantes y el 72 % de los maestros.
Carolina Santamaría decidió dar la autorización para que su hija regresara a la presencialidad. Ella hizo parte del primer grupo de su curso que regresó al salón, pero el inconformismo surgió desde el primer día, ya que de 7:00 a.m. a 8:30 a.m. tenía clase virtual con los profesores que no han regresado al colegio y tienen permiso especial, pero luego de eso deben salir corriendo al colegio para continuar la jornada presencial de clases.
Aunque cuestionaron esta metodología ante las directivas y pidieron que estas clases se dieran al final y no al principio de la jornada, no les dieron una solución. “La mayoría no tienen ruta y vivimos en La Gaitana (el colegio queda en Quirigua). Muchos padres tienen que salir a trabajar, pero la respuesta del colegio es que no pueden modificar los horarios. Es injusto que los profesores estén cómodos en sus casas, pero los papás seamos los que estemos sufriendo”, dijo Santamaría.
Algo similar está ocurriendo con el programa de alimentación escolar (PAE). Desde que comenzó la pandemia se entregan bonos y canastas con productos para suplir los refrigerios y almuerzos que se entregan en los colegios y en muchas ocasiones esta es la única alimentación que reciben los niños durante el día. No obstante, con el retorno a los salones se anunció que esta ayuda se suspenderá en agosto.
Los cuestionamientos de los padres surgen porque el regreso todavía no es completo. Dadas las condiciones de la pandemia, se limitó el número de estudiantes por salón, por lo que se formaron grupos y acuden a las aulas por semanas; es decir que algunos niños pueden estar yendo al colegio solo una o dos semanas al mes. “Para ellos no es mucho, pero para nosotros sí, porque es que mi hijo va a seguir estando más en la casa que en el colegio”, indicó al respecto una madre beneficiaria.
Frente a esto, Carlos Reverón, subsecretario de Acceso y Permanencia de la Secretaría de Educación, señala que el regreso ha sido gradual y ha ido de la mano con la vacunación, así como el Distrito ha optado por dar autonomía a las instituciones para flexibilizar su malla curricular. “Ellos pueden definir metodologías y por eso debieron hablar con los papás, porque lo importante es que los niños y niñas no vean afectado su derecho a la educación”. Y agrega: “Julio es para nosotros un mes de bastante gradualidad, en el que nos estamos ajustando a las situaciones actuales y a las circunstancias de cada institución, porque en algunos colegios ha regresado casi la totalidad de estudiantes, así como algunos han optado por turnar a los estudiantes por días y otros lo hacen por horas”.
En cuanto al PAE, Reverón indica que la decisión de retirar el bono obedece a lineamientos nacionales, que establecen que no se pueden entregar en modalidades transitorias, por lo que solicitaron al Ministerio de Educación flexibilizar esta alternativa. “Mientras tanto, los colegios están haciendo la identificación de cuántos niños llegan, algunos tipos de deserción o en qué otras circunstancias van a tener excepciones, para entregarles paquetes de refrigerios cada dos semanas”.
Sumado a esto, el Distrito tiene un programa de nivelación para los niños con mayores rezagos, con el fin de reforzar las áreas de mayor dificultad e impedir que pierdan el año, mientras se continúa con el proyecto de intervención estructural de 200 instituciones, para lo que se invertirán $93.000 millones este año.
“Es menos riesgoso estar en el colegio que en la casa, en cuanto al COVID-19. Lo que ha demostrado la experiencia internacional es que los colegios son espacios con tasas mucho más bajas de contagio que en los mismos barrios. Eso no significa que no vaya a haber casos en algunas instituciones, pero con el regreso sí podemos atender los temas socioemocionales y pedagógicos”, argumenta Reverón.
Con el regreso a clases en marcha, el reto de la Secretaría de Educación estará en darles una rápida atención a los problemas que surjan en el camino, así como ejercer mayor veeduría sobre los privados. La confianza, sin duda, se establecerá con la efectividad de sus planes; pero, junto a esto, también está la necesidad de garantizar la calidad y la nivelación de los grandes rezagos educativos que la pandemia profundizó".
¿Deben ser más flexibles los colegios? ¿Qué estrategias propone? ¿Qué opina usted de la opinión de los padres hacia los docentes?
Noticia tomada de:
https://www.elespectador.com/bogota/las-dificultades-del-regreso-a-clases-en-bogota/
En definitiva todo lo que suceda con la búsqueda de la presencialidad será discutible, sin embargo, se debe enfatizar en que en esta situación la secretaría de educación del distrito parece dejar de lado la responsabilidad de brindar garantías para el regreso a clases presenciales y deja la decisión en manos de los rectores de cada institución.
Mientras pasa el tiempo, muchos padres con el animo de velar por la salud de sus hijos buscarán la forma de vacunarlos. Pero esto es un proceso lento, que tal vez demore algunos meses más en completarse, mientras tanto, rectores, docentes, los estudiantes y sus familias asumen responsabilidades ante las pocas garantías que brinda el gobierno para el regreso a clases.
En mi opinión los colegios deberían ser más flexibles, deberían otorgar un docente por cada alumno, para que sea más personalizada la educación, que asista a la casa del estudiante las 24 horas y le lleve las onces para su respectiva nutrición, y que le de la mamila antes de acostarlo en la camita. por lo tanto la estrategia más eficaz es seguir la metodología del maestro de Simón Bolívar y la opinión de los padres, así como la de los alumnos es sagrada... sobre todo aquí en Colombia... o sino aténganse a la justicia que se les puede aplicar...
Los pobres padres tienen derecho a aburrirse de tanto cuidar en casa a sus propios vástagos, al fin al cabo no habían conocido la realidad de soportar la reflexión de la propia crianza que les han inculcado, además de los dolores de cabeza de recordar y reincorporar la academia para que sus retoños no se les salgan por la tangente o por el ángulo obtuso para realizar las tareas y trabajos innumerables que deja el docente.
Se debe tener misericordia y paciencia para con estos estamentos de la educación... Dios los bendiga !!!
Estoy de acuerdo con la siguiente reflexión del profesor William:
"Estar comentando sobre el bajo nivel de los estudiantes a nivel académico y centrar la causa en la no asistencia a los colegios o de manera disimulada, manifestando que la culpa está en los docentes, es como decir que la falta de moral en la sociedad se da por no pertenecer a una creencia religiosa específica.
Como sociedad lo único que debe importarnos en este momento, es preservar la vida."
Ahora bien, estando de acuerdo con que lo más importante es el cuidado de la vida, opino que esto no disculpa al Estado de poner a disposición todos los recursos necesarios para "paliar" la afectación de la educación por causa de la pandemia, incluida la necesidad de no presencialidad al menos como la modalidad dominante.
Lo anterior es importante pues como dice la mamá en el texto propuesto a este foro: “Para ellos no es mucho, pero para nosotros sí, porque es que mi hijo va a seguir estando más en la casa que en el colegio”. Entonces, corresponde al Estado brindar todas las garantías y apoyos, en materia de condiciones para hacer real y fluida la conectividad desde las casas, y así posibilitar que la educación avance a pesar de las dificultades. Como también se debería reforzar, como emergencia, el número de docentes para atender de la mejor manera a los estudiantes tanto en presencialidad como en desde casa.
Bueno terminar citando lo indicado por la dirección de Fecode el pasado 8 de julio:
"La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación -FECODE- ha insistido en esta mesa de negociación y lo seguirá haciendo en todos los espacios, en la necesidad de establecer unos porcentajes de los indicadores de bioseguridad; entre esos, ocupación de camas UCI, positividad e índice de propagación, que permitan determinar de manera objetiva la situación epidemiológica y la decisión de convocatoria o no a la presencialidad en cada caso. Responsabilizamos al Gobierno Nacional de la definición por fuera de la realidad existente en esta materia en cada región y el grado de afectación a la salud y la vida de la comunidad educativa y el conjunto de los colombianos. "
Totalmente de acuerdo @wyaguev3 sin importar las condiciones por las que los docentes salgan a paro, siempre serán los culpables y siempre los padres de familia generan malos comentarios en contra de ellos.
Lo que no han podido entender es que tanto dentro como fuera de las aulas, los docentes luchan por el futuro de los jóvenes, por mantener una educación publica, por el derecho a la vida, en fin, son muchas las razones por las cuales un docente sale a las calles a protestar, pero lamentablemente los comentarios de algunos padres de familia, dan a entender que no les interesa la educación de sus hijos, sino, solamente la alimentación que entrega el gobierno, porque es de lo único que se quejan, por no recibir un bono o un refrigerio, es entendible que hay familias que no cuentan con las condiciones necesarias para una adecuada alimentación, pero tampoco es justo que descarguen toda la responsabilidad tanto de la educación como de la alimentación en el gobierno...
El regreso a clase ha sido todo un espectáculo desde el punto que se le mire. El estado castigando a los docentes y obligando a la presencialidad, las secretarias de educación y salud, obedeciendo ordenes y poniendo en riesgo a la comunidad educativa.
Los padres de familia girando hacia donde los comentarios convenzan y arrojando informes poco confiables que indisponen a cualquiera que desea tomar una decisión aterrizada.
Los colegios a la fecha no tienen los porcentajes de presencialidad que manifiestan, el índice de personas contagiadas o con COVID en los colegios va en aumento sin importar si tienen una o dos dosis de las vacunas.
Estar comentando sobre el bajo nivel de los estudiantes a nivel académico y centrar la causa en la no asistencia a los colegios o de manera disimulada, manifestando que la culpa está en los docentes, es como decir que la falta de moral en la sociedad se da por no pertenecer a una creencia religiosa específica.
Como sociedad lo único que debe importarnos en este momento, es preservar la vida.